Piometra en perras y gatas: qué es, causas y síntomas
La piometra es una infección uterina que se produce en perras y gatas no castradas. Es una enfermedad grave que se puede dar a cualquier edad, una vez alcanzada la madurez sexual de la hembra.
Se desconoce su etiología exacta, pero se conocen algunas situaciones que propician su desarrollo. Por ejemplo, las alteraciones en los ciclos hormonales de las hembras, la colonización de bacterias de forma ascendente por la vagina de origen urinario o fecal, el parto o la ingesta de fármacos para el control/supresión del celo (actualmente en deshuso).
La importancia de la castración como prevención de la piometra es vital, ya que estamos hablando de una infección que puede llegar a ser mortal si no se detecta y se trata con rapidez.
¿Qué síntomas tendrá mi perra/gata si tiene piometra?
Antes de nada, es necesario diferenciar entre piometra abierta y piometra cerrada. En el caso de piometra abierta, se expulsa contenido purulento por la vulva debido a que el cuello uterino permanece abierto. En cambio, en la piometra cerrada, el cuello del útero está cerrado y no se puede apreciar secreción vulvar.
La manifestación de los síntomas irá de leve a más grave hasta acabar comprometiendo la vida del animal. Los son:
- Falta de apetito
- Apatía
- Vómitos y diarreas
- Fiebre
- Pérdida de peso
- Aumento de la ingesta de agua
- Aumento de la micción
- Secreción e inflamación vulvar
- Lamido excesivo de la vulva
- Mucosas pálidas
En muchos casos, empezamos a ver los primeros síntomas, aproximadamente 2 meses después del último celo. Es muy importante acudir al veterinario ante la mínima sospecha de piometra para realizar las pruebas necesarias y confirmar el diagnóstico.
¿Cómo es el diagnóstico de la enfermedad?
La primera parte del diagnóstico siempre consistirá en una buena historia clínica del paciente (edad, evolución de los síntomas, último celo, partos anteriores, fármacos, antecedentes de infecciones urinarias, etc).
En segundo lugar, se procederá a realizar un examen físico completo del animal, junto con otras pruebas diagnósticas tales como la ecografía abdominal, analítica sanguínea completa y citología vaginal. La ecografía será la prueba definitiva para confirmar el diagnóstico, apoyándose también de otras pruebas complementarias.
¿Cómo prevenir la piometra en perras y gatas?
El tratamiento definitivo para prevenir la piometra es la esterilización, en este caso la castración. Con la extirpación de los ovarios, que es la parte productora de hormonas, se impide que se produzca la enfermedad.
Es por eso que desde Vet2Go hacemos mucho incapié en la importancia de la esterilización tanto en perras como en gatas, porque podemos prevenir enfermedades tan graves como la piometra.
¿Qué tratamiento tiene la piometra?
Según la gravedad y/o urgencia de la infección se puede optar por diferentes tratamientos:
- Tratamiento farmacológico: se prescriben prostaglandinas inyectables (sustancias con acción hormonal) con favorables efectos en piometras no graves o moderadas. El inconveniente es que tiene efectos secundarios digestivos como vómitos o diarreas durante los primeros días del tratamiento.
- Tratamiento quirúrgico: consiste en la extirpación del útero. Es el tratamiento definitivo tanto para las piometras leves como complicadas, y asegura que no se vuelva a producir en un futuro.
Cuando estamos ante una hembra que se encuentra muy grave, con alteraciones como deshidratación grave o anemia, primero se tendrá que estabilizar al animal y valorar la aplicación de un tratamiento farmacológico hasta poder realizar la cirugía.
En casos de perforación de útero, tendremos que actuar de urgencia, con la máxima rapidez para salvar la vida del animal y evitar peritonitis. En esta situación, el veterinario deberá valorar la hospitalización antes y después de la cirugía.
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