Leishmania: síntomas, detección y prevención de la enfermedad

La Leishmaniosis canina es una enfermedad causada por el parásito Leishmania Infantum. Su principal vía de transmisión es la picadura del mosquito flebótomo, (conocido como mosquito de la Leishmania) que tiene mayor prevalencia en la cuenca del mediterráneo, Castilla La Mancha, Madrid o archipiélagos, ya que, su supervivencia depende de condiciones geográficas, de temperatura y humedad.

Se trata de una enfermedad endémica de España, que no tiene cura completa una vez contraída la enfermedad. Por ello, debemos plantear una buena estrategia de prevención según los meses del año o los desplazamientos/viajes que vayamos a realizar.

En Vet2go te ayudaremos a conocer el protocolo frente a Leishmania más adecuado para ti y tu mascota.

¿Qué síntomas tiene un perro con Leishmania?

La aparición de los primeros síntomas de la Leishmania se produce entre los 4-6 primeros meses. A veces, al principio de la enfermedad, los síntomas pueden pasar inadvertidos por ser inespecíficos, como la palidez de mucosas, la pérdida de peso, el aumento del consumo de agua o el aumento del tamaño de los ganglios. Mientras que otros síntomas son más alarmantes como vómitos, diarreas, apatía, cojera, descamación de la piel, alopecias, inflamación y pérdida de pelo alrededor de los ojos, etc.

Ante la detección de cualquier síntoma lo más sensato es realizar un test de Leishmania para confirmar o descartar la enfermedad.

No explicaremos en detalle las variantes clínicas de la enfermedad, solo mencionar que puede manifestarse un cuadro cutáneo (afecta a piel y mucosas) o visceral (afecta a riñones y órganos internos) que suele ser el estadío final en la evolución de la enfermedad y desemboca en el fallecimiento del animal si no se propone un tratamiento.

Según la respuesta del sistema inmune de cada animal, la enfermedad será más o menos rápida en su evolución. Por tanto, habrá animales contagiados que manifiesten síntomas graves y otros que no tengan síntomas o sean leves.
Esa es la razón por la que se deben realizar test serológicos de Leishmania de forma periódica, para la detección temprana de la enfermedad y rápida instauración de un tratamiento que reduzca la carga parasitaria, ofreciendo al perro una calidad de vida óptima.

Diagnóstico de la enfermedad

Como ya hemos mencionado, una detección precoz es clave para una evolución favorable del tratamiento. La forma más rápida de conocer si nuestro perro tiene o no la enfermedad, es realizando un test ELISA que solo llevará unos minutos. En muchos casos puede que obtengamos un resultado positivo y el animal no manifieste síntomas, esto se debe a que su respuesta inmunitaria mantiene la enfermedad a raya. Raras veces, estos casos llegan a desarrollar síntomas.

Cuando el animal presenta síntomas, además de un examen físico en la consulta, se le realizarán análisis de orina y de sangre, donde encontraremos anemia, alteraciones de los glóbulos blancos, descompensación renal y hepática entre otros hallazgos.

Una vez realizados los análisis anteriores compatibles con el diagnóstico de Leishmania, se realizarán otras pruebas para su confirmación. Las técnicas de biología molecular permiten detectar y cuantificar la presencia del parásito, siendo de gran valor; así pues, se podrán realizar citologías, biopsias o detección de anticuerpos según el criterio veterinario.

¿Cómo prevenir la Leishmaniosis?

Vamos a mencionar varias medidas preventivas que podemos aplicar para evitar que nuestro animal enferme. Desde Vet2go os recomendamos el uso de más de un método de prevención, ya que, no existe uno que sea efectivo al 100%.

• Test serológicos: insistimos en la importancia de una detección precoz, si puede ser antes que el animal padezca algún síntoma. Proponer un tratamiento adecuado en el momento inicial puede ser decisivo en un buen pronóstico. Se recomienda realizar esta prueba dos veces al año en perros que viven en zonas endémicas, pero sin olvidarnos de aquellos animales que suelen viajar a según qué sitios.
  Para realizar un test serológico solo son necesarias unas gotas de sangre y disponer de unos minutos de tiempo.
• Antiparasitarios externos: su acción consiste en evitar la picadura del mosquito y por tanto, el contagio de la enfermedad. En animales que viven en zonas endémicas se recomienda su uso todo el año. Podemos encontrarlo en formato collar, pipeta o spray.
• Vacuna Leishmania: se realizará un test serológico que previamente debe resultar negativo. La vacuna no evita el contagio pero sí el riesgo de desarrollar síntomas. Se puede administrar desde los 6 meses de vida y su revacunación es anual.
• Aumento inmunidad: encontramos en el mercado gran variedad de complejos o suplementos que ayudan a mejorar la respuesta inmunitaria de nuestro perro. A mejor inmunidad, más resistencia a la Leishmania.

Si crees que tu perro puede tener Leishmania y quieres saber que prevención es la óptima para ti o si necesitas antiparasitarios o hacer un test serológico de control, ¡pide cita en Vet2go desde nuestra app! Te atenderemos en la comodidad de tu hogar.